Storytelling

¿Qué es?

El storytelling traducido como «arte de contar historias», es una técnica de comunicación que busca transmitir mensajes, ideas o emociones a través de relatos narrativos. Consiste en utilizar historias estructuradas y cautivadoras para captar la atención de la audiencia y establecer una conexión emocional con ella.

El storytelling se basa en la premisa de que las personas son inherentemente receptivas a las historias, ya que las perciben como una forma natural de comunicación. A través de los relatos, se pueden transmitir valores, experiencias, conocimientos o motivaciones de manera más efectiva que con datos o hechos aislados.

Se aplica en diversos ámbitos como el marketing, la publicidad, el periodismo… En marketing y publicidad se utilizan historias para conectar emocionalmente con los consumidores, construir la identidad de marca y generar una mayor recordación de los productos o servicios.

La efectividad del storytelling radica en su capacidad para crear un ambiente de empatía y conexión con la audiencia. Para lograrlo se utilizan elementos narrativos como personajes, tramas, conflictos, resoluciones y emociones. Se busca despertar la curiosidad, generar intriga y mantener el interés del público a lo largo de la narrativa.

Tiene el poder de influir en la percepción y la interpretación de la información, al presentar los mensajes en forma de historias, se pueden moldear las percepciones de la audiencia, generar cambios de actitud y motivar a la acción

Tipos de Storytelling

  • Ficción: El storytelling de ficción es una narrativa completamente ficticia que cuenta la historia o el suceso de personajes que no son reales, pero busca representar un mensaje con el que alguien pueda sentirse identificado.
  • Histórico: Es un relato que se usa para recorrer los momentos claves de un suceso. Por ejemplo, la evolución de una empresa o producto. Este busca inspirar con base en el crecimiento, las enseñanzas y lecciones aprendidas durante todo el trayecto o ciclo de vida de la empresa o producto.
  • De valor: Similar al histórico, la diferencia es que busca enmarcar más el valor cotidiano o las rutinas. Suele seguir o narrar el día a día de una empresa y el impacto que tiene en sus empleados o en la sociedad.
  • Consumo: Este storytelling cumple el reto de poner el producto o servicio como protagonista en una historia, pero el desafío es lograr que, aun presentando un objeto de consumo ante los espectadores, este pueda transmitir alguna emoción de valor.
  • Personal: Las historias personales suelen ser una gran fuente de inspiración para las audiencias y por ello, el storytelling se encarga de convertir los sucesos reales en algo fuera de lo común. Este tipo de storytelling cuenta la vida y las experiencias de las personas extraordinarias, haciendo que sean más cercanas.

Claves de un storytelling exitoso

Las palabras éxito y fracaso son relativas cuando se trata de dar una opinión. Pero hay muy pocos componentes no negociables que hacen que una experiencia de storytelling sea extraordinaria, tanto para el lector como para quien cuenta la historia. Para crear buenas historias, deben tener estas cualidades:

  • Entretenidas: Las buenas historias mantienen a la audiencia comprometida e interesada en lo que vendrá después.
  • Educativas: Llenan de curiosidad y agregan conocimiento al bagaje de quien lee o escucha.
  • Universales: Son narraciones con las que todos se pueden relacionar de manera sencilla, provocan emociones y llevan a recordar experiencias propias y por las que la mayoría de la gente ha pasado.
  • Organizadas: Una historia bien contada tiene una estructura que ayuda a transmitir el mensaje y facilita que se entienda.
  • Memorables: Ya sea que lo logren mediante el escándalo, el humor o la inspiración, las buenas historias perduran en la memoria.

Elementos del storytelling

Hay tres elementos que definen una buena historia y son:

  • Personajes: Cada historia presenta al menos a un personaje que será clave para que tu audiencia se relacione con la historia. Este elemento es el puente entre quien cuenta la historia y la audiencia.
  • Conflicto: Cuenta la lección de como el personaje principal supera un reto, el conflicto dispara respuestas emocionales y conecta con tu público por medio de experiencias con las que puede identificarse, sin conflicto no hay historia.
  • Resolución: La resolución de tu historia debe presentar una conclusión sobre los personajes y conflictos, dejando a tu audiencia una llamada a la acción.