¿Qué es?
Una conversión hace referencia al momento en el que un usuario clica o ejecuta una determinada acción que previamente se ha marcado dentro de una estrategia de marketing de una marca o empresa con la intención de perseguir un objetivo de conversión.
De esta forma, al llevar a cabo esa conversión o acción concreta, el usuario está ayudando a la empresa por estar contribuyendo en que la marca se acerque a alcanzar esos objetivos establecidos con anterioridad y para los cuales se determinó una estrategia de marketing digital.
Así, una conversión puede ser hacer clic en un botón de contacto, el envío de un formulario de la web, añadir un producto a la cesta de la compra, realizar una compra, clicar en un botón de más información, etc. Es decir, una conversión puede ser prácticamente cualquier cosa que se haya predefinido en una estrategia de marketing de la empresa o marca con anterioridad. Para ello, se tiene en cuenta el resultado de la tasa de conversión.
Herramienta para revisar las conversiones: Google Analytics
La forma de conocer si la estrategia de marketing y los objetivos de conversión que se han fijado entre los objetivos de una marca o empresa es a través del control y el cálculo de esas conversiones que se están pretendiendo en los usuarios.
La plataforma en la que se podrán controlar y analizar las diferentes conversiones que llevan a cabo los usuarios en su navegación por una página web es Google Analytics. Mediante esta plataforma gratuita que Google pone a disposición de quien la necesite, se pueden analizar y examinar esas acciones determinadas que se pretenden conseguir en las visitas de los usuarios y posibles clientes a la web.
De este modo, se podrán hacer los cambios y optimizaciones pertinentes en base a unos resultados obtenidos, tanto en la propia página web si fuera necesario, como en las estrategias de conversión o en los contenidos y aspectos clave que serán los que atraigan o no a los usuarios a realizar determinada conversión.
