Ventaja Competitiva

¿Qué es?

La ventaja competitiva es un concepto acuñado por Michael Porter. Este se refiere a la característica o la cualidad que posee una empresa y la sitúa en una posición superior respecto de sus competidores. 

Ese aspecto diferencial es único dentro de su mercado, valorado por el usuario y capaz de continuar en el tiempo. 

¿Para qué sirve?

La ventaja competitiva de una empresa o marca influye directamente en su estrategia de marketing. Gracias a ella, es posible construir una propuesta de valor que convierta los bienes o servicios en la primera opción de los consumidores respecto a la competencia.

Tras el establecimiento de la propuesta de valor, será posible identificar qué comunicación se debe llevar a cabo con la audiencia, así como saber cuáles son los mejores medios o canales para ello y, por ende, darla a conocer.

Elementos de la ventaja competitiva

La ventaja competitiva se conforma a partir de cuatro elementos. Estos son:

  • Precio. Consiste en la disminución de los precios en la producción, la mano de obra o la distribución, sin que influya en la calidad de los productos o los servicios. Los precios más accesibles para el consumidor permiten aumentar las ventas. 
  • Calidad. Comprende el cuidado de los detalles y del prestigio de la empresa. Permite obtener distinción, además de una posición de líder en un sector determinado del mercado. 
  • Experiencia. Hace referencia a la atención y el trato que reciben los consumidores a la hora de comprar un producto o un servicio. En este aspecto, también es necesario poner atención al proceso post compra para aumentar la satisfacción del cliente y, por ende, la fidelización de este.
  • Personalización y servicio. Significa que, para diferenciarnos de los competidores, es necesario conocer cómo son los clientes y cuáles son sus necesidades para poder cubrirlas mediante el ofrecimiento de un servicio personalizado a su medida. 

Tipos de ventaja competitiva

Las ventajas competitivas pueden agruparse en tres categorías diferentes, es decir:

  • Ventaja comparativa. Consiste en el ofrecimiento de un producto o servicio de mejor forma que la competencia. Para ello, se deben resaltar sus características o atributos para conseguir una mayor superioridad respecto al resto. Como ejemplos, brindando una mejor mano de obra, mayor calidad en los productos, innovación tecnológica, etcétera. 
  • Ventaja diferencial. Hace referencia a la búsqueda de las características más destacables de los productos o servicios frente a los competidores, con el objetivo de diferenciarse de ellos.
  • Ventaja sostenible. Comprende las ganancias de ventajas financieras superiores y las capacidades distintivas que ha conseguido una empresa a largo plazo respecto a los competidores.
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